La región sur del Perú, Puno enfrenta una realidad preocupante: altos niveles de inseguridad y una inversión insuficiente en seguridad. Descubre cómo esta situación impacta a la provincia de San Román y qué medidas se están tomando para enfrentarla.
Un Panorama Alarmante
En el primer semestre del 2023, un inquietante 37.5% de la población de Puno fue víctima de algún acto delictivo, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Esto sitúa a Puno como la región con la mayor incidencia de estos casos en el país.
Inversión Insuficiente
Marcelo Huaquisto, analista de Estudios Económicos de ComexPerú, revela que el presupuesto anual por habitante destinado a seguridad en Puno apenas alcanza los 139 soles para el 2023. Esta cifra coloca a Puno en el décimo primer lugar en cuanto a inversión por ciudadano para la reducción de delitos y faltas, muy por debajo de departamentos como Moquegua.
El Desafío de San Román
La provincia de San Román, a pesar de tener los más altos niveles delincuenciales, se enfrenta a una crítica situación. La Municipalidad Provincial consignó un millón 921 mil 046 soles en su presupuesto, pero lamentablemente, el avance de ejecución es del 0%. Esta situación plantea un serio desafío para la seguridad ciudadana en la zona.
Recursos Limitados
Tanto en la Municipalidad Provincial de Puno como en San Román, la recaudación tributaria se ha mostrado insuficiente para enfrentar la inseguridad. A pesar de los esfuerzos, la inversión en seguridad sigue siendo una asignatura pendiente para ambas municipalidades.
El Rol del Alcalde
El exconsejero Isidro Pacohuanaco Pacco señala al alcalde Óscar Cáceres como responsable de la situación en Juliaca. Destaca la importancia de que como presidente del Coprosec, exija cuentas sobre el accionar policial y de los miembros del grupo de trabajo.
Conclusión
En medio de este escenario crítico, es evidente que se requiere una acción urgente y una inversión significativa en seguridad para revertir la tendencia. Los pobladores de Puno merecen vivir en un entorno seguro y libre de delincuencia, y es responsabilidad de las autoridades locales y regionales hacerlo posible.