El amor es un sentimiento de complejas características, que posiblemente no tenga una explicación específica y que nosotros lo humanos experimentamos. No hay una única definición, ya que puede manifestarse de diferentes formas y significar cosas distintas para cada persona. Según la literatura científica se identifica tipos de amor según los diferentes escenarios o contextos y estos pueden ser: Amor romántico: Es el amor que se siente hacia una pareja. Incluye atracción física, emocional y muchas veces un deseo de construir una vida juntos. Amor familiar: Es el amor hacia los miembros de tu familia, como padres, hermanos, hijos, etc. Este tipo de amor suele estar basado en la cercanía, el cuidado y el apoyo mutuo. Amor de amistad: Es el amor que se siente hacia los amigos. Se basa en la confianza, el respeto y el disfrute de pasar tiempo juntos. Amor propio: Es el amor que se tiene hacia uno mismo. Incluye el autocuidado, el respeto propio y la aceptación de uno mismo. Amor altruista: Es el amor hacia los demás sin esperar nada a cambio. Se manifiesta a través de actos de bondad y servicio hacia otras personas.
Pero, el tinte especial que define al amor, sería los momentos o actos sustanciales tales como la Intimidad: La cercanía y la conexión emocional con alguien. Pasión: El deseo y la atracción física hacia otra persona y, Compromiso: La decisión de mantener y trabajar en una relación a largo plazo. ¿En cuál de estos parámetros se ubica en amor prodigado por un sacerdote que juró celibato perpetuo y que como obra de la santa divinidad es el celoso guardián de la Virgen de la Candelaria?, cuántas vírgenes fueron “violadas” por este sacerdote? ¿Quién es el responsable de imponer a un sacerdote de oscura procedencia y malos hábitos religiosos que inclusive infectó de una enfermedad de transmisión sexual a la mujer que éste la embarazó?
Los científicos han estudiado el amor desde diversas disciplinas, incluyendo la psicología y la neurociencia. Han encontrado que el amor activa ciertas áreas del cerebro y libera neurotransmisores como la oxitocina y la dopamina, que están asociados con el placer y la vinculación. Desde un punto de vista filosófico y espiritual, el amor se considera una fuerza fundamental del universo. Muchas tradiciones espirituales enseñan que el amor es la esencia de la vida y la clave para alcanzar una existencia plena y significativa.
“En 2009, Brotto y colaboradores llevaron a cabo una investigación cuyos objetivos eran examinar el deseo sexual, las características de la relación, la frecuencia de los comportamientos sexuales, la excitación sexual, las dificultades sexuales, la psicopatología, el funcionamiento interpersonal y la alexitimia. Para tal fin reclutaron de la red AVEN a 187 personas: 54 hombres y 133 mujeres asexuales. Todos completaron cuestionarios online. Utilizaron medidas validadas de sexualidad, editadas por Prause y Graham. De todas las conclusiones cabe destacar las siguientes: – Los resultados apoyaron la definición de asexualidad como una falta de atracción sexual, según lo propuesto por Bogaert, en individuos mentalmente sanos. – La definición de asexualidad no implica la ausencia de actividad sexual, puesto que algunos asexuales siguieron manteniendo relaciones sexuales y muchos se masturbaban. – La frecuencia de masturbación en los hombres fue similar a la información disponible para los hombres sexuales. – Hubo una gran variedad de respuestas sexuales y heterogeneidad de comportamientos sexuales. – Los había con relaciones sexuales frecuentes, mientras que otros nunca habían tenido relaciones sexuales coitales. – La asexualidad no parecía ser un constructo mediado por el miedo. – La falta de actividad sexual no se relacionaba con la participación de los genitales. – La respuesta sexual fue más baja que los datos normativos y no se experimentó con angustia. – De forma generalizada se manifestó el criterio de la posibilidad de establecer una relación de amor sin sexo, bajo el argumento de que “el sexo se puede realizar sin amor”. – Se mencionaron motivaciones para el coito y algunos hablaron de mantener actividades sexuales en un esfuerzo por “parecer normal”. Incluso hubo referencias al tema de la negociación con la pareja cuando surge la asociación sexual-asexual.” J. Mora, M. Mora.
Según el Derecho Canónico, el celibato es una obligación para los sacerdotes católicos, lo que significa que están comprometidos a vivir una vida de castidad. Si un sacerdote no cumple con esta obligación, podría incurrir en varias faltas y delitos según el Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica. Estas son algunas de las posibles consecuencias: Delito de conducta inmoral: Un sacerdote que rompe su voto de celibato puede ser acusado de cometer un acto inmoral, lo que puede llevar a sanciones disciplinarias. Suspensión o remoción del estado clerical: Dependiendo de la gravedad de la falta, un sacerdote podría ser suspendido de sus funciones o incluso ser reducido al estado laical, lo que significa que dejaría de ser sacerdote. Escándalo público: Si el incumplimiento del celibato se hace público y causa escándalo entre los fieles, esto puede agravar la situación y llevar a sanciones más severas.
Resulta trascendente el enfoque del derecho canónico que tiene ribetes de más esencia pastoral y orientado a la reconciliación que punitivo. La Iglesia busca siempre la rehabilitación del sacerdote y su regreso a una vida de compromiso y fidelidad a sus votos. Por eso es que se dilataron por décadas denuncias como los casos del Sodalicio, donde incluso el ex primado de la Iglesia Peruana tenía sus víctimas sexuales. Conozco a algún sacerdote que convive tranquilamente con sus “hermanas” y “ahijados” o “sobrinos” ellos tuvieron el don de la persuasión o negociaron bien sus temas de faldas, pero llegar al escándalo en pleno mes de la patrona puneña resulta siendo un verdadero escándalo y el obispo ya decidió “cortar” por lo amigable.
El titular del Diario Sin Fronteras (14-02-2025) dice: “Un nuevo escándalo vuelve a remecer la a Iglesia en la región Puno. Esta vez el protagonista es el párroco de la iglesia San Juan Bautista, Carlos Alberto Londoño Henao, a cargo del santuario de la Virgen de la Candelaria.” Ese tipo de comportamiento por parte de un sacerdote sería extremadamente grave según el derecho canónico y podría involucrar múltiples violaciones a las leyes de la Iglesia, además de tener implicaciones legales civiles y penales, si el párroco exprofesamente contagió con alguna Enfermedad de Transmisión Sexual que presumiblemente tenga la intención de que la ex corista aborte.
El derecho canónico es instrumento conocido por todos los sacerdotes y presumiblemente el acto denunciado contra el párroco de origen colombiano sería dentro de la curia lo siguiente: Conducta inmoral y abuso de autoridad: Engendrar un hijo fuera del matrimonio y, peor aún, amenazar a la mujer para que aborte, implicaría una grave falta de moralidad y un abuso de autoridad y confianza. Excomunión: La amenaza de aborto, al igual que la cooperación formal en un aborto, está penada con excomunión automática (latae sententiae) según el Canon 1398 del Código de Derecho Canónico. Remoción del estado clerical: Enfrentaría una investigación interna y podría ser removido del estado clerical, lo que significa que perdería su derecho a ejercer como sacerdote. Escándalo y daño a la comunidad: Tales acciones causarían un gran escándalo y daño a la comunidad, lo que agravaría las sanciones.
La presente información es meramente con fines educativos y no para generar más escándalo, porque además el obispado, según la agraviada tiene un expediente completo donde se presenta las pruebas de la relación sentimental de características sexuales. Además, existe en los corrillos del Santuario de la Virgen de la Candelaria una serie de relatos donde presumiblemente la fémina embarazada no es la única “amante” del cura, quien “tortuosamente” tenía como modelo a seguir al obra anónima “Memorias de una Pulga” publicada en 1762.
Por Rolando Waldo Gómez Poma
