El proceso de nombramiento docente en el Perú ha revelado una problemática preocupante. Pese a que el Ministerio de Educación (Minedu) ofreció 50,000 plazas a nivel nacional, una cantidad significativa de estas quedará sin ser cubierta en al menos 12 regiones. Este panorama refleja no solo una brecha entre oferta y demanda, sino también problemas estructurales que afectan la formación y distribución de los docentes en el país.
Una Meritocracia Incompleta
Hace cuatro meses, el ministro de Educación, Morgan Quero, anunció con optimismo el concurso nacional para fortalecer la meritocracia en el sector educativo. Sin embargo, aunque alrededor de 46,000 maestros lograron superar las dos etapas del proceso, muchos no podrán ser nombrados en colegios públicos debido a la falta de plazas adecuadas o al incumplimiento de requisitos específicos.
Según un análisis realizado por La República sobre las listas oficiales del Minedu, se confirmó que en regiones como Loreto, Ucayali, San Martín y Amazonas, el número de plazas supera al de docentes aprobados. En Loreto, por ejemplo, quedarán desiertas 6,608 plazas, mientras que en Ucayali, San Martín y Amazonas las cifras alcanzan 2,410, 1,664 y 1,583 vacantes respectivamente.
Otras regiones afectadas incluyen Junín (857 vacantes no cubiertas), Pasco (732), Huánuco (680), Huancavelica (346), Madre de Dios (187), Callao (168), Tumbes (154) y Apurímac (13).
El Desafío de la Educación Intercultural Bilingüe
Un factor clave detrás de estas vacantes no cubiertas es la alta exigencia de plazas para Educación Intercultural Bilingüe (EIB). Según Eleazar Pezo, secretario general del Sutep Loreto, el 80% de las plazas en esa región requieren que los postulantes hablen una lengua originaria.
“Esto no se debe a la falta de preparación de los docentes, sino a la insuficiencia de maestros que dominen lenguas como el shipibo, el yahua o el wampis. No cumplen con los requisitos, y por ello no postulan”, explicó Pezo.
El dirigente señaló la falta de inversión del Gobierno en programas de formación bilingüe. Instituciones pedagógicas y universidades carecen de propuestas educativas para capacitar a futuros docentes en EIB, lo que perpetúa una brecha educativa que afecta principalmente a comunidades originarias.
¿Un Problema Sin Solución?
Pezo destacó un esfuerzo reciente del Gobierno Regional de Loreto que, mediante un convenio con un instituto pedagógico, permitirá formar a 320 profesores en EIB. Sin embargo, señaló que estos avances son insuficientes frente a la magnitud del problema. “Los niños tienen derecho a ser educados en su lengua. En 2023, al nombrar a docentes no bilingües, hubo quejas y reubicaciones en las comunidades”, agregó.
Otro desafío es la falta de programas de formación continua por parte del Minedu. Según Gilmer Meza, dirigente del Sutep de Lima, muchos docentes desconocen actualizaciones del currículo escolar y las pautas de evaluación, lo que dificulta su éxito en las pruebas.
Por su parte, el exministro de Educación, Idel Vexler, enfatizó la necesidad de priorizar la alfabetización en lenguas originarias en los primeros grados de primaria. “Es fundamental que las universidades, institutos pedagógicos y el Minedu trabajen en la formación de docentes en EIB con enfoque multigrado para cerrar estas brechas”, afirmó.
Lima, Un Contraste en la Problemática
En Lima Metropolitana, la situación es completamente opuesta. Hay 9,228 maestros aprobados para solo 4,021 vacantes, lo que implica que más de la mitad no logrará ser nombrada. Según Meza, aunque algunos docentes podrían trasladarse a regiones con plazas disponibles, la mayoría de estas son para EIB, lo que limita significativamente las opciones.
Conclusión
El problema de las plazas desiertas en el nombramiento docente refleja una combinación de deficiencias estructurales, falta de inversión en formación bilingüe y desigualdad regional. La educación de calidad no solo depende de abrir vacantes, sino de garantizar que los docentes tengan las herramientas necesarias para ocuparlas y responder a las necesidades específicas de cada comunidad. Sin un cambio profundo en la estrategia educativa, estas brechas seguirán afectando el futuro de miles de estudiantes peruanos.