La conducta de Hancco frente a las recientes inundaciones particularmente me causa risa, pero para otros debe ser un espectáculo reprochable, pues que da la impresión que el gobernador en lugar de mostrar sensibilidad ante esta situación crítica, su preocupación esta más en cómo capitalizar políticamente la desgracia de cientos de familias. Y digo esto porque la acción de sumergirse en el lodo y el agua acumulada, y luego ser fotografiado, es una vieja estrategia de Fujimori, allá por los 90, cuando ante un desastre similar se sumergió dentro el lodo, para luego dejar que lo fotografíen y entrevisten con la finalidad de proyectar una imagen de sacrificio y cercanía con el pueblo.
Esta vieja táctica de populismo noventero fue aplicada por Fujimori en varias ocasiones con el propósito de mostrarse como un líder que no dudaba en ensuciarse o zambullirse donde sea con tal de ayudar al pueblo. Y en ese teatro, en verdad diré, cayeron varios incautos. Sin saber que la verdadera razón por la que Fujimori armaba todo este teatro era para ocultar todas las fallas de su gobierno frente a este desastre. Es decir, esta teatralización suplía las cosas que debió haber hecho para que la población no sufra esta calamidad. Sin embargo, para atenuar las criticas y fallas por su mala gestión, apelaba a la emotividad de la población.
Irónicamente, este mismo escenario parece cumplirse con el gobernador de Puno, pues ante su pésima actuación y falta de previsión ante este desastre, ahora intenta cubrirlo mojándose los pantalones hasta por encima de las rodillas. Hancco viene replicando el mismo libreto de Fujimori, donde ante la necesidad de ocultar su ineficiencia y falta de previsión por las inundaciones, ahora recorre zonas anegadas, posa para las cámaras en medio del agua y comparte las imágenes en redes sociales. Lo mas extraordinario de este espectáculo es que tales publicaciones son orgullosa y masivamente compartidas por los trabajadores del gobierno regional. Están convencidos que quienes piensan y actúan como Hancco, su contratante, es ser un buen gobernante regional. Y por lo tanto, debe exonerársele de toda crítica.
Es por esta razón que Hancco cree que lo que está haciendo en este y otros casos es perfecto. Sin embargo, se le olvida que mientras se toma fotos en el lodo, gran parte de la población sigue esperado soluciones reales y preguntándose ¿Dónde están los proyectos para prevención de desastres? ¿Dónde están las estrategias de manejo de aguas pluviales en casos de desastres? ¿Por qué se esperó hasta el último momento para solicitar la declaratoria de emergencia? Aunque la estrategia de Fujimori le ayuden a atenuar en algo sus fallas, aunque para este tiempo ya son evidentes y desgastadas, lo que ciudadanía exige son resultados. Porque imagínense, nadie va a tolerar que Hancco se meta cada año en el fango para tapar su pésima gestión frente a hechos como este. Se requiere que el gobernador actúe de manera diligente para evitar la desgracia y sufrimiento en la que ahora ha caído la población puneña.
