Durante 2024, la región de Puno registró alarmantes cifras de mortalidad materna, donde las hemorragias postparto y la preeclampsia fueron las principales causas. Según el último informe epidemiológico de la Dirección Regional de Salud (DIRESA), se reportaron 16 muertes maternas: 11 directas y 5 indirectas. Esto elevó la tasa de mortalidad materna a 66.7 por cada 100,000 nacidos vivos, superando las cifras del año anterior y posicionando a la región como una de las más críticas en términos de salud materna.
San Román Encabeza los Casos
San Román concentró el mayor número de muertes directas, con 7 casos, seguido por Puno con 2 registros, mientras que Chucuito y Melgar reportaron un caso cada uno. Estas defunciones estuvieron relacionadas con complicaciones durante el parto y la falta de acceso oportuno a servicios especializados, factores que reflejan las desigualdades en el sistema de salud de la región.
En cuanto a las muertes indirectas, las enfermedades preexistentes agravadas por el embarazo fueron las principales responsables. Estas se identificaron en mujeres atendidas en Puno, San Román y Azángaro, evidenciando la necesidad de un manejo integral de la salud materna.
Atención de Emergencias Obstétricas: Un Reto Persistente
El informe señala que el 85% de las muertes ocurrieron en establecimientos de salud, mientras que el 15% restante tuvo lugar en domicilios, particularmente en zonas rurales con acceso limitado a servicios médicos. Este panorama pone en evidencia las deficiencias en la cobertura y calidad de la atención de emergencias obstétricas en la región, así como la falta de equipos adecuados y personal capacitado para manejar complicaciones críticas.
Estrategias para Reducir la Mortalidad Materna
Ante esta situación, la DIRESA ha planteado una serie de estrategias para reducir la mortalidad materna en Puno. Entre las principales medidas destacan:
- Fortalecer los programas de control prenatal, priorizando la identificación temprana de riesgos.
- Capacitar al personal de salud en la detección y manejo de complicaciones graves como hemorragias y preeclampsia.
- Mejorar las condiciones de los establecimientos de salud, garantizando la disponibilidad de equipos e insumos esenciales para emergencias obstétricas.
Conclusión
Las cifras de mortalidad materna en Puno revelan una crisis que exige atención urgente por parte de las autoridades de salud. Abordar los factores estructurales, como la falta de acceso a servicios especializados y la desigualdad en la atención médica en zonas rurales, será clave para garantizar que más mujeres tengan partos seguros y vidas saludables. La prevención, la detección temprana y la mejora en la calidad del sistema de salud son pasos fundamentales para cambiar esta realidad.