El gobierno de Dina Boluarte está actuando como actuaría el narcofujimorismo y sus cepas (Renovación Popular y Avanza País). Pareciera que el exgeneral José Williams Zapata y no Boluarte estuviese gobernando.
En lugar de establecer el diálogo (ofrecido hace 24 horas) y un proyecto reajustado y calendarizado de adelanto de las elecciones generales para diciembre de 2023, optaron por el Estado de Emergencia.
En lugar de dar un mensaje a la Nación y al Congreso, el principal obstáculo que no acepta que más del 85% del país no lo quiere, con ese proyecto optaron por la mano dura teniendo ya las manos manchadas de sangre de siete manifestantes.
Tras el anuncio de ese régimen de excepción que restringe una serie de derechos sociales y políticos, los representantes del narcogolpismo, los fujimontesinista y sus cepas, han salido a saludar esa decisión.
No solo eso. Piden mayor represión (golpizas, detenciones y balas). Es decir, muy sutilmente, más muertes y heridos. Y, si fuera posible, que desaparezcan los ciudadanos que protagonizan las marchas y paros regionales en curso.
Es sorprendente la mutación de la señora Boluarte, quien llegó a la vicepresidencia en Perú Libre, a una lógica represiva propia del fujimorismo.
Jaime Antezana Rivera