Esta palabra en quechua significa Ayacucho. Esto es lo que volvió a pasar en esta ciudad, que es la número 15 en población del Perú, el pasado 15 de diciembre. Ese día el ejército disparó balas al cuerpo, produciendo 10 muertos y 72 heridos.
En esta ciudad surgió hace medio siglo el senderismo, el cual de 1980 a 1993 realizaría la mayor y más violenta insurgencia maoísta del hemisferio.
Tanto los fanáticos del «Presidente Gonzalo» como las «fuerzas del orden» cometieron actos terroristas contra comunidades campesinas.
Sin embargo, ni siquiera durante las épocas de mayor confrontación, nunca las FFAA salieron a disparar indiscriminadamente contra una manifestación civil que no tenía nada que ver con el «terrorismo».
Algunos testimonios muestran que francotiradores fueron colocados en el techo de la catedral o que una de las víctimas era una persona mayor que salió a socorrer a un herido desconocido.
En reacción a tanta provocación se incendiaron varios establecimientos. Hay quienes creen que allí hubo gente que legítimamente demostraba su furia, que la marcha fue infiltrada por delincuentes o por grupos ternas, o que la policía dejó de vigilar estas para que esto se produzca y se justifique la represión.
Hoy, Ayacucho supera los 260 mil habitantes y ya no es el pueblito en el que hace más de 4 décadas estaba Abimael Guzmán como profesor. Hay ayacuchanos por todo el mundo y las redes sociales burlan cualquier censura mediática.
Una masacre que inició el resentimiento que produjo el terrorismo senderista fue la de junio 1969, cuando soldados dispararon a estudiantes en Huanta, matando a una veintena. De allí viene la canción «La Flor de la Retama» que fue luego un «himno» de Castillo y Boluarte.
Esta matanza tal vez no ha tenido tantas bajas, pero se ha dado ante más gente, en una capital departamental, ha sido vista por millones en la Internet y ha estado ligada a una protesta social a nivel nacional.
La carnicería de Huanta de 1969 creó un resentimiento que desembocó 11 años después en el inicio de una «guerra popular». La «matanza de los inocentes» antes de las navidades en la ciudad de las 33 iglesias podrá generar relativamente pronto nuevos estallidos espontáneos en toda la república.
Isaac Bigio.
