La localidad de Pataza-Acora, en la orilla del lago Titicaca, se vistió de gala para celebrar la festividad del Señor de Exaltación, una imagen venerada por los fieles, quienes le atribuyen un gran poder para obrar milagros y brindar protección contra todo mal.
La festividad comenzó con una colorida muestra de fe y tradición. Cuatro conjuntos de danzantes, ataviados con imponentes trajes de luces, bailaron con devoción al compás de las bandas de músicos que animaron la celebración en honor al «Santo más poderoso».
Cientos de peregrinos llegaron hasta el templo para presentar sus respetos y elevar sus peticiones al Señor de Exaltación. Los fieles acudieron para solicitar bendiciones para sus negocios, salud, estudios y prosperidad familiar.
Además, una parte significativa de la devoción está centrada en la protección espiritual. Muchos creyentes que sienten ser víctimas de hechicerías o envidias llegaron hasta el lugar para realizar ofrendas y encender velas de colores, una práctica guiada por la sabiduría de los sacerdotes andinos, buscando liberarse de cualquier maleficio y encontrar amparo en su fe.