Desde muy temprano y como es costumbre, cientos de fieles puneños peregrinaron hacia el cerro Azoguini, para rendir culto al Señor de la Caída y ser partícipes del vía cruces que también se celebra en el Azoguini.
Como todos los años, en la procesión del señor de la Caída, los devotos también escalaron las doce estaciones con gran fe y gran devoción.
En cada estación, los fieles realizaban sus oraciones, plegarias y canticos de arrepentimiento. Muchas personas dejaban piedras en cada estación como forma de dejar su pecados atrás.

Al llegar a la cima del cerro, los peregrinos encienden velas y oran alrededor de la cruz principal. Posteriormente construyen casitas de piedra como símbolo de prosperidad y suerte.
Estas celebraciones religiosas por semana santa también se replicaron en otros lugares de la región, como Juliaca, Caracoto, Ilave, Huancane, Azangaro, entre otros distritos.
En el distrito de Caracoto, la parroquia San Felipe, organizó la escenificación de la pasión de cristo. En esta actividad participaron las autoridades comunales y la población en general.
Mientras que en Azangaro, os peregrinos llegaron al cerro Choquechambi para prender velas, cantar y rezar para pedir perdón a Dios.