El actual golpe parlamentario del 7 de diciembre se ha producido 25 meses después del que se dio el 9 de ese mismo mes en 2020.
Cuando el nuevo Presidente Manuel Merino, nominado por un Congreso fuji-belaundista, había abaleado a la población y 2 jóvenes fueron asesinados, Dina Boluarte tuiteó pocas horas antes que cayese dicho gobierno el 15/11/2020: «Los ministros de Merino golpista, están renunciando en cascada. Merino asesino. Calladito.»
Hoy, ella misma ha llegado a la Presidencia tras haber traicionado a su compañero de plancha (luego de haber prometido que si a él lo iban a vacar, ella se iría a su lado), al partido que le llevó a su puesto, a todas sus promesas electorales de cambio social y nueva constitución y a los 8,8 millones de peruanos que votaron por su fórmula presidencial.
Mientras Merino cayó apenas fallecieron 2 personas, ella ya ha multiplicado esa cifra en al menos 13 veces más. Sus 2 primeros asesinatos fueron contra adolescentes en su natal Apurímac.
Nunca antes en la historia peruana, un Gobierno civil que debuta ha disparado a tantos manifestantes en todas las 3 regiones verticales (costa, sierra y selva) y en las 3 zonas (norte, centro y sur).
Las armas de fuego han producido en menos de 10 días cientos de heridos, más de 60 hospitalizados serios y más de 25 asesinados.
Pese a que 2 ministros suyos han renunciado y a que hay marchas, bloqueos y protestas en todo el país demandando que se cierre el Congreso y que se vaya Dina, ella se ha aferrado al cargo. Ella no ha querido durar poco como Merino, sino más, como una «Medina».
Este Congreso que, por cualquier cosa, interpelaba a los ministros de Pedro Castillo, ni siquiera ha llamado a cualquiera de los del actual gabinete a que den razón de tantos ejecutados extrajudicialmente.
Cuando el maestro rural llegó a palacio, él no tenía ninguna carpeta fiscal, pero la nueva fiscal Patricia Benavides rápidamente le creó más de 50 de estas.
Antes de que Pedro Angulo llegue a ser el Premier de Boluarte, él ya tenía 13 carpetas con acusaciones muy graves. Sin embargo, la fiscal de la nación no le quiere investigar a él ni a ningún político de derecha, expulsa de su puesto a quien investigaba a su hermana Emma.
(acusada de haberse enriquecido al otorgar sentencias favorables a los narcos en su condición de jueza) y, cuando es invitada a Palacio al Consejo de Estado va a apuntalar a Dina y ni le cuestiona por los asesinatos que sus tropas han cometido.
En vez de discutir como evitar las matanzas o procesar a los culpables, el Congreso ha decidido rechazar a todos los pedidos de las marchas que piden la inmediata destitución de Boluarte para convertirse en un baluarte de ella.
Isaac Bigio