Complejo panorama el que se ha configurado a 50 días del gobierno de Dina Boluarte más represivos de nuestra historia y de la insurgencia popular y nacional que remueve a Lima y sus élites criollas y blancas.
En efecto, mientras el Congreso solo aprobaría el adelanto de las elecciones 2023 sin consulta popular para una nueva Constitución y sin la caída de Dina Boluarte, la insurgencia popular tiene previsto una Marcha Nacional exigiendo que Boluarte se vaya, adelanto de elecciones a octubre próximo y referéndum sobre una nueva Constitución.
Un panorama altamente polarizado, en plena colisión, en el que las élites criollas y blancas que controlan casi todo el aparato estatal, el Congreso y el gobierno de Boluarte simplemente no quieren conceder el adelanto de las elecciones generales para octubre de este año. Eso es todo. Lo demás es, para ellos, innegociable, inaceptable.
El 31 de enero, que quede registrado en la memoria, será un hito de está «revolución democrática» (Sinesio López) o «insurrección» que vemos directamente o por las redes sociales. Ese día, las macroregiones, la CGTP, los universitarios, los reservistas, los mestizos de Lima (Este, Norte y Sur) y delegaciones que están llegando realizarán una Marcha Nacional en el centro de Lima.
¿Qué saldrá de está nueva colisión de la gran movilización indígena y popular con el poder central cerrado con su única «concesión»(el adelanto) a más de 50 días que la convulsión empezó en el sur andino? Esperemos que el poder central, que no es Boluarte ni Alberto Otárola, entienda que hasta aquí llegó el régimen político y económico construido por el fujimorismo en los 90.
Eso es lo que quiere las mayorías nacionales. Primero, Dina Boluarte tiene que irse; no a su casa, sino a la cárcel con las manos manchadas de sangre de casi 60 asesinados. Segundo, nueva Mesa Directiva en el Congreso (no puede ser gobierno de transición un fujimontesinista); Tercero, adelanto de las elecciones a octubre del presente año y con el se «cierra» el actual Congreso; y Cuarto, referéndum sobre una nueva Constitución.
Jaime Antezana Rivera
