Un escalofriante caso de violencia conyugal ha conmocionado a los vecinos del distrito de Belén, en Iquitos. Román Pérez Panduro, de 35 años, fue asesinado de manera brutal por su esposa, Archely Bárbaran Tamani, de 30 años, utilizando el cuchillo con el que despostaba los pollos que vendía en su negocio.
El crimen
Según testigos, el trágico suceso ocurrió en medio de una discusión que escaló rápidamente. Archely habría atacado a Román en un arranque de celos y furia, desatado porque él intentó impedir que siguiera bebiendo alcohol. La agresión dejó a Román gravemente herido, con cortes profundos que lo llevaron a deambular por las calles del asentamiento en busca de ayuda, hasta desplomarse sin vida en plena vía pública.
La escena del crimen fue desgarradora. Los vecinos, aún en estado de shock, encendieron velas en el lugar donde Román cayó, rindiéndole homenaje y rezando por el descanso de su alma.
Impacto en la comunidad
Román, descrito por quienes lo conocían como un hombre tranquilo y trabajador, deja un vacío profundo en la comunidad. Su inesperada muerte ha generado una oleada de indignación y tristeza, especialmente entre sus familiares y amigos, quienes recordaron su bondad y destacaron los planes que tenía para celebrar su próximo cumpleaños el sábado 30 de noviembre.
«Estábamos organizando una pequeña reunión por su cumpleaños. Nunca imaginé que ese día estaríamos enterrándolo», expresó con lágrimas en los ojos uno de sus amigos más cercanos.
El perfil de la agresora
Archely Bárbaran Tamani, actualmente detenida por la policía, ha sido señalada por familiares y allegados como una persona posesiva y celosa. Estos comportamientos, aseguran, se intensificaron en los últimos meses, lo que generaba constantes conflictos en la relación. Con este acto de violencia, no solo arrebató la vida de su esposo, sino que también dejó huérfanos a tres menores, quienes ahora enfrentarán un futuro incierto.
Investigación en curso
La policía de Iquitos continúa con las investigaciones para esclarecer todos los detalles del caso. Mientras tanto, la comunidad exige justicia para Román, quien se convirtió en una víctima más de la violencia intrafamiliar, una problemática que sigue cobrando vidas en el país.
Conclusión
Este trágico episodio pone de manifiesto la necesidad de abordar de manera integral los problemas de violencia y salud mental en el entorno familiar. Además, es un llamado urgente a reforzar la educación emocional y la prevención de conflictos en las relaciones de pareja para evitar que más vidas sean truncadas por actos de ira y desesperación.