Un estremecedor hecho de violencia sacudió a la comunidad awajún de Pakun, en el distrito de Imaza, provincia de Bagua, el pasado miércoles 27 de noviembre. Un niño de tan solo 10 años perdió la vida tras ser atacado con un machete por un hombre en aparente estado de ebriedad, quien también presentaba una discapacidad.
El menor, que regresaba de la escuela junto a su hermana, fue interceptado por el agresor sin motivo aparente. Según testigos, el niño intentó escapar, pero tropezó y cayó al suelo, momento en que el atacante aprovechó para propinarle múltiples heridas en la cabeza, el rostro y la mano derecha. A pesar de los esfuerzos por trasladarlo de emergencia a un centro de salud, el niño falleció debido a la gravedad de sus lesiones.
La tragedia no terminó allí. En un acto de furia y desesperación, los familiares del menor persiguieron al agresor, quien intentaba huir de la comunidad, y lo ajusticiaron en el lugar.
Este lamentable suceso ha conmocionado a la región y pone en evidencia la falta de mecanismos de prevención y atención en comunidades alejadas, donde la justicia muchas veces es tomada por mano propia ante la ausencia de un sistema judicial accesible.
Reflexión final
Este episodio invita a reflexionar sobre la necesidad de fortalecer la presencia del Estado en zonas rurales y garantizar condiciones de seguridad y acceso a la justicia. Mientras tanto, la comunidad awajún sigue sumida en el dolor por la pérdida de un inocente y la violenta respuesta que desencadenó esta tragedia.