El congresista Alejandro Cavero (AvP) dijo que la diferencia entre las protestas de la derecha y de la izquierda es que las de la primeras son pacíficas y las de la segunda son violentas. Sostuvo que durante las marchas que hicieron siendo oposición a Castillo no se produjo mayor violencia.
Con esa aseveración lo que, en verdad, él está confesando es que cuando la centro-izquierda estuvo con Castillo en palacio sí se dio una gran tolerancia al derecho a la manifestación, lo opuesto a lo que viene pasando ahora con el cogobierno DINA-DBA.
Castillo dejó que López Aliaga pudiese candidatear a la alcaldía de Lima, pese a haber propuesto matarlo en un mitin frente al palacio de justicia. Tampoco proscribió a los violentistas de La Resistencia o a los hispanistas que atacaban violentamente a las marchas.
Permitió que casi todos los diarios, canales de TV y estaciones de radio de Lima estuviesen concentrados en pedir constantemente su caída. Su tesis era de que si mostraba tolerancia iba a quedar bien con EEUU y no iba a pisar el palito de la provocación.
En cambio, apenas el fuji-porkismo toma el poder utilizando a Boluarte como su baluarte, este ha ordenado una represión masiva. La nueva dictadura Dina-DBA tiene más muertos que días de Gobierno y se ha convertido en la administración civil que ha debutado que haya tenido más asesinatos en nuestra historia.
La ultraderecha no cuestiona a Dina por haber ordenado tirar a matar y haber hecho masacres contra marchas en 2 de las 15 ciudades más pobladas del país (Ayacucho y Juliaca), algo que recuerda a las que hizo Sánchez Cerro hace 9 décadas, sino por no ir más lejos. Montoya quiere militarizar aeropuertos, que se autoricen más abaleamientos y que se detengan a los que vienen a Lima.
El principal reducto de la prensa opositora son los medios digitales, pero a ellos también se les agrede. Ágora Popular ha denunciado que vándalos extranjeros han tomado y destruido su local amparados por policías. Esta misma ha irrumpido en los locales de la CNA y en el pleno de la Asamblea Nacional de los Pueblos.
A quienes vienen a la capital se les quiere impedir el paso y circula un video donde se ve a un marchista muribundo tras haber sido tirado al precipicio.
Isaac Bigio