Bajo el cielo crepuscular de Roma, la fumata blanca emergió a las 18:08 horas (16:08 GMT) desde la Capilla Sixtina, anunciando al mundo que la Iglesia Católica tenía un nuevo pontífice: Robert Francis Prevost, el cardenal agustino estadounidense-peruano que eligió el nombre de León XIV.
Minutos después, ante una Plaza de San Pedro repleta de fieles que aguardaban con ansias, el nuevo Papa apareció en el balcón de la basílica vaticana. Con voz emocionada pero firme, comenzó su discurso con un saludo que resonó como un eco de esperanza: «La paz sea con ustedes».
Un mensaje de paz y unidad
León XIV, de 70 años, hizo un llamado urgente a la reconciliación global: «Una paz desarmante, humilde y perseverante viene de Dios, que nos ama a todos incondicionalmente». En un mundo marcado por conflictos, sus palabras buscaron ser un bálsamo: «El mal no prevalecerá», afirmó, invitando a los creyentes a caminar «unidos, de la mano».
El nuevo pontífice, conocido por su labor misionera en Perú y su cercanía a los más necesitados, rindió homenaje a su predecesor, el recordado Papa Francisco, mencionando su «voz débil pero valiente» que aún perdura en la memoria de la Iglesia.
El emotivo saludo a Chiclayo
Pero fue en español, con un acento cálido y familiar, donde León XIV conquistó los corazones de millones de latinoamericanos. Dirigiéndose a su «querida diócesis de Chiclayo», recordó con cariño su tiempo como obispo en esa región norteña de Perú: «Un pueblo fiel que ha acompañado a su obispo, compartido su fe y dado tanto para seguir siendo Iglesia de Jesucristo».
El gesto no fue casual. Prevost, aunque nacido en Chicago, se nacionalizó peruano durante su década como obispo de Chiclayo (2015-2025), donde fue reconocido por su trabajo pastoral entre los pobres y su estilo sencillo. Ahora, como Papa, lleva consigo esa herencia mestiza que lo conecta con América Latina.
Un cónclave rápido y un pontificado que promete continuidad
La elección de Prevost sorprendió por su rapidez: solo cuatro escrutinios y menos de 48 horas de cónclave. El cardenal Dominique Mamberti fue el encargado de anunciar el «Habemus Papam», revelando el consenso entre los 115 cardenales electores.
Analistas vaticanos destacan que León XIV podría mantener el espíritu reformista de Francisco, aunque con un enfoque más centrado en la justicia social y la pastoral de cercanía. Su experiencia en Perú, donde enfrentó desafíos como la corrupción y la desigualdad, podría marcar su papado.
¿Qué viene ahora?
Tras su primera bendición Urbi et Orbi, el flamante Papa iniciará los preparativos para su misa de inicio de pontificado, prevista para el domingo. Mientras tanto, el mundo católico —especialmente Perú y EE.UU.— celebra a un líder que, desde su nombre (León XIV evoca fuerza y tradición).
