La producción mundial de plástico retrocedió en el 2020 un 0.3% debido a la pandemia del nuevo coronavirus, un fenómeno que solo se ha registrado tres veces desde la Segunda Guerra Mundial.
En total, el planeta produjo “367 millones de toneladas de plástico en el 2020, frente a los 368 millones de toneladas en el 2019”, señaló el director de la asociación europea de productores de plástico PlasticsEurope, Eric Quenet.
El mundo registró dos retrocesos en su producción de plástico desde el fin de la Segunda Guerra Mundial: en 1973, con la crisis petrolera, y en el 2008, con la crisis de las subprimes.
En Europa, donde se fabricaron 55 millones de toneladas de plásticos nuevos, el retroceso fue del 5.1%, según esta asociación.
Reducción
El sector automovilístico, tercer consumidor de este material en el Viejo Continente, después del embalaje y la construcción, redujo su consumo de plástico en 18.1%, tras las importantes interrupciones en su producción debido a la crisis sanitaria.
El sector del embalaje consumió 500,000 toneladas menos que en el 2019, y el de la construcción, 100,000 toneladas.
“Se ha hablado mucho de un alza del consumo de plástico médico” a raíz de la pandemia, debido al aumento de su uso en los hospitales, “pero el plástico médico solo representa del 1.5% al 2% de los volúmenes totales de plástico”, precisó Quenet.
El gigante asiático
La tendencia fue diferente en China, donde la producción de plástico se incrementó 1% en el 2020, según la asociación.
China fabricaba una cuarta parte del plástico mundial en el 2010 y es responsable actualmente de una tercera parte, después de haber duplicado su producción entre el 2010 y el 2020, cuando fabricó 117 millones de toneladas.
El gigante asiático exporta PVC para la construcción y otros plásticos, pero sigue importando plástico para la industria automovilística.
Europa (27 países de la UE, Reino Unido, Noruega y Suiza), que producía 21% del plástico mundial en el 2010, pasó a fabricar el 15% en el 2020, pero prácticamente ha mantenido el volumen (55 millones de toneladas en el 2020 frente a 56 millones de toneladas en el 2010). Esto se debe a un aumento de la gama de plásticos con un fuerte valor añadido, usados en la industria automotriz o la aeronáutica.
El Viejo Continente continúa siendo un mercado “estructuralmente excedentario”, con un saldo de exportación de 6 millones de toneladas en el 2020, en lugar de 4 millones de toneladas el año anterior. Su principal cliente fuera de la UE es Turquía.
En Estados Unidos, en cambio, el volumen aumentó en una década (70 millones de toneladas en el 2020 frente a los 53 millones de toneladas en el 2010), pero el porcentaje de la producción mundial se mantuvo en 19% en el 2020 (en el 2010 era de 20%).
En América Latina, la proporción de fabricación a escala mundial apenas varió: del 5% en el 2010 al 4% una década después, según el comunicado de la asociación.
Respecto a los precios, PlasticsEurope confirmó un fuerte aumento, en un contexto de cierre de algunas instalaciones por la pandemia y la disminución de las reservas. Los precios en el primer trimestre del 2021 crecieron 8% en relación con el último trimestre del 2020.
El año pasado, con la caída del mercado del petróleo, los precios habían disminuido 6.9% de media en Europa.
La basura marina
En los océanos hay basura, pero ¿de qué tipo y cuál es su origen? Un nuevo estudio pone cifras a su composición a escala global y confirma la abrumadora prevalencia de los plásticos: en promedio, el 80 % de los objetos encontrados en los mares son de este material, sobre todo bolsas y botellas.
El plástico es, de lejos, el material dominante, seguido del metal, vidrio, ropa y otros textiles, goma, papel y madera procesada. La mayor proporción de plástico está en las aguas superficiales (95%), seguida de las costas (83%), mientras que los lechos de los ríos muestran el menor porcentaje de estos objetos (49%).
Estos datos se recogen en un artículo publicado en la revista Nature Sustainability, en el que se analizan 112 categorías de basura en siete entornos distintos: agua de ríos; lechos de ríos; playas; aguas costeras; aguas abiertas; fondos costeros, y en grandes profundidades oceánicas.
Su publicación se hace junto con otro trabajo que pone números a la contribución de los países europeos a la basura marina. Ambos están liderados por científicos españoles y tratan de armonizar y poner orden a los datos, hasta ahora “dispersos”, sobre este problema ambiental.
Sus responsables advierten de que la producción irresponsable de artículos plásticos de un solo uso, el comportamiento inadecuado de algunos usuarios y las deficiencias en los sistemas de recuperación conllevan una fuga continua de este material, por eso proponen un mayor control del consumo y producción de los productos con mayor presencia en la naturaleza.
Nuevo tipo de desperdicios
El auge de las entregas de comidas a domicilio que trajo la pandemia del nuevo coronavirus ha hecho explotar los residuos plásticos en Tailandia, uno de los mayores contaminadores de los océanos del mundo, y que actualmente tiene sus canales desbordados de empaques y vertederos inundados de bolsas.
Botellas, bolsas, recipientes de todo tipo bloquean las estrechas vías, haciendo la navegación laboriosa. Mezclado con la vegetación y los alimentos, la mayoría será imposible de reciclar.
(Efe/AFP)