Luego de una plantón, un bloqueo, algunas revelaciones y varios cuestionamientos al relleno sanitario de Itapalluni, la hasta ayer gerente de residuos sólidos de Puno, Claudia Ramos Nina, presentó una carta de renuncia irrevocable a su puesto donde explica, entre otros puntos, que hay una presión extrema y no valoran su trabajo al frente de dicha oficina.
“El motivo de mi renuncia es la presión extrema que tiene nuestro titular quien no valora el trabajo que realizan algunos funcionarios en aras de hacer quedar bien a esta gestión”, indica en una parte de la carta.
Agrega que hay presión laboral de personas ajenas a la realidad del relleno sanitario. Y que estos, por intereses personales y laborales, perjudican una obra que ayuda a la ciudad.
DEJA CONSTANCIA.
Una parte llamativa de su carta de renuncia es que, la ex funcionario deja constancia del daño de una compactadora que, hasta la fecha, no consta legalmente; también revela que se dio la compra de 100 contenedores de polietileno el año 2017 de forma irregular.
Además, indicó que los terrenos para el acceso al relleno sanitario no fueron saneados a pesar de que la obra fue ejecutada y que la ubicación de terrenos destinados al relleno sanitario no cumplía con las especificaciones técnicas.
CONTEXTO
El hecho se dio a días de que pobladores de la zona de Itapalluni denuncien contaminación por parte del relleno que toman medidas como el bloqueo de la vía de acceso y un plantón en frente del municipio puneño.
Posteriormente, regidores del municipio admitieron que el relleno se construyó a menor distancia de un río de lo permitido, entre otras observaciones. Es importante mencionar que, esto se definió en la gestión de Luis Butrón y no es responsabilidad de la funcionaria renunciante.