Por Jaime Antezana Rivera.
El 13 de enero de 2016, después de 22 años de purgar cárcel, el narcotraficante Demetrio Chávez Peñaherrera, alias «Vaticano, recuperó su libertad. La acusación: enviar cargas de droga al cartel de Medellín de Pablo Escobar con -como lo reconfirmo- el aval de Fujimori y Montesinos.
Para ser más precisos: enviaba cargas de pasta base en avionetas colombianas de la pista de aterrizaje que tenía en Campañilla (San Martin), con la protección de los militares y otras autoridades. Fue un socio abastecedor del cartel de Medellín.
Ahora, más allá si fue el “capo de capos” del Alto Huallaga o el principal socio de Pablo Escobar, «Vaticano» saltó a la fama nacional porque fue el único narcotraficante que acusó directamente a Montesinos, asesor de Alberto Fujimori, de cobrarle 50 mil dólares mensuales por los envíos aéreos de PBC.
Reproduzcamos lo que dijo «Vaticano» (Caretas 1428) en una de las audiencias luego de ser extraditado de Colombia:
«El coronel Juan Pablo…me dijo ‘tú vas a firmar este documento en el que dice que no hay generales del Ejército’. Pero, efectivamente yo no conozco generales, el único que yo puedo certificar que estaba arreglado era con el señor Vladimiro Montesinos. Pero me dijeron que no hay que poner el nombre de él…y me dijo dentro de poquito lo vamos a sacar a usted.»
Acto seguido “Vaticano” fue más claro en su acusación:
«Fueron 50,000 dólares mensuales que yo entregué al papá del señor Capulina, un ex coronel del ejército. (…) Él era el intermediario para entregar la plata al señor Vladimiro Montesinos. (…) Yo pagué 50,000 dólares durante un año y me exigió a mí 100,000 dólares».
Muy claro: «Vaticano» pagó 50 mil dólares mensuales a un intermediario de Montesinos por un año hasta que luego le «exigió» 100 mil dólares. A cambio de qué? “Sucede que en los operativos todo me avisaba el señor (Montesinos”) por intermedio de la frecuencia 10000, por la frecuencia 10000”.
El pagaba ese monto a cambio de información de los operativos que se ejecutaban. O sea, para proteger su negocio: los envíos de droga en avionetas. Pero “Vaticano” fue más preciso y directo.
“—Yo puedo certificar que estaba arreglado (el pago de cupos) con el señor…Montesinos y fueron 50, 000 dólares que yo entregue al señor “Capulina”…para entregar la plata al señor Vladimiro Montesinos».
Esta denuncia, que no volvió a decirlo en la siguiente audiencia porque apareció con alteraciones mentales, remeció al segundo hombre del gobierno y ex jefe real del SIN, Montesinos, y al mismo Alberto Fujimori. En suma, al gobierno de Fujimori-Montesinos.
¿Qué dijo tras recuperar su libertad? Volvió a remecer el cotarro político. «Vaticano» se ratificó lo que había revelado 22 años antes: “Sí le pagaba a Vladimiro Montesinos US$50 mil para sacar droga.
Hay algunos documentos desclasificados que señalan que Alberto Fujimori tuvo conocimiento de las ‘narcoactividades’. Hay documentos desclasificados del Congreso norteamericano” (Ver http://peru21.pe/…/conocido-narcotraficante-demetrio…).
Y preguntado sobre lo que opina de ese periodo señaló: “Fue un periodo nefasto para el Perú. Esto (el tráfico) no lo hice solo. Lo hice con la anuencia de ellos (el Gobierno)”, o sea, del mismo Aquí habría que agregar con el aval de altos militares que actuaron como intermediarios del cobro de «cupos».
Pero lo más importante que dijo «Vaticano» a los medios que le preguntaban es lo siguiente: «Ahí había un narcoestado. Eso es innegable». Y, entre otras cosas, señalóo: «Pido disculpas a los jóvenes para que no sigan ese camino».
La importancia del caso “Vaticano”, cuya denuncia increíblemente no fue considerada por las instancias de “justicia” controlada por la narco-dictadura, radica en qué desnudó las profundas y relaciones, no nuevas ni aisladas, del gobierno fujimorista y la cupula militar con el narcotráfico.
También se puede inferir que fue un régimen que se asentaba en el narcotráfico y la corrupcion que, hoy lo sabemos por boca de un capo del narcotráfico de los 90. Ello abona la tesis que entre 1990 hasta 1999 el Perú llego a ser un narcoestado. Esa es la verdad.
¿Saldrán los fujimoristas a decir que la ratificación de lo dijo Vaticano hace 22 años es un “complot contra el gobierno fujimorista” o contra la candidatura de Keiko Fujimori, el albertismo reencarnado en su hija que no trabaja y realiza millonarios gastos para tres campañas generales?
Los hechos son los hechos. No hay duda que el narcotráfico ha sido y es una fuente de recursos económicos que el fujimorismo ha utilizado. La pista de aterrizaje de Campanilla, hoy inexistente, fue una de decenas que hubo en aquella época.
Jaime Anteza Rivera