Algunos congresistas electos de Perú Libre han manifestado su respaldo al ideario inicial de su partido y al liderazgo de su fundador Vladimir Cerrón. Se trata de una toma de posición contra lo que llaman el oportunismo de algunos sectores de izquierda moderada que vienen acompañando al profesor Pedro Castillo. Estamos frente a un evidente juego de fuerzas dentro del partido ganador de las elecciones presidenciales y congresales. La tensión es entre el ala moderada que vendría perfilando el presidente electo y el ala más radical compuesta por congresistas provincianos que siguen a Cerrón.
En medio de este toma y daca también surgió la declaración del congresista electo Flavio Cruz que advirtió del peligro de conformar un gabinete caviar que no refleje el rostro del pueblo. La idea es clara. Se busca marcar posición contra el entorno de Veronika Mendoza que viene asesorando a Castillo. Es una pugna dentro de la izquierda. De un lado, la izquierda provinciana y más conservadora; y del otro, la izquierda capitalina y liberal. Vieja división de los izquierdistas que inclusive tiene un toque etnocultural y racial. Rojos cholos contra rojos pitucos, para ponerlo en modo caricatura.
Lo cierto es que el profesor Pedro Castillo tiene que hilar fino a la hora de conformar su futuro gabinete. Porque no debemos olvidar que el Congreso otorga el voto de confianza a los gabinetes que elige el presidente. Y como sabemos Perú Libre no tiene mayoría en el Congreso y requiere de alianzas para obtener mayoría. Entonces, sería un suicidio si Castillo conforma un gabinete con personajes de izquierda o extrema izquierda, requiere de echar mano -así no le guste a algunos congresistas cerronistas- de técnicos calificados de izquierda moderada e inclusive de centro. Esa es la verdad de la milanesa. Castillo requiere de pactos.
Obviamente, los sectores más cercanos a Cerrón y más radicales de boca, lo que buscan es aminorar la influencia de los caviares y a su vez recolocar a su líder que viene siendo ferozmente apabullado por la prensa pro-Keiko. Son movimientos de maniobra que pelean el poder. Está en juego el objetivo de copar ministerios y simultáneamente blindar a Cerrón de las denuncias por corrupción.
Al parecer el profesor Pedro Castillo tendrá un gobierno en el que lidiará en dos frentes. Tiene que contener las arremetidas de la extrema derecha que no lo va a dejar descansar y en el otro extremo tiene a Cerrón y sus incondicionales que tienen su propia agenda.
Por: Eland Vera