El alcalde de Puno, Javier Ponce Roque, conocido por su seriedad y su impecable traje en cada acto oficial, sorprendió a todos cuando apareció en la alcaldía con un look completamente inesperado.
Vestido con una chaqueta azul gin, lucía una camiseta blanca con el logotipo de una banda de rock clásica. Los pantalones ajustados y zapatillas blancas le otorgaban una apariencia imponente, como si estuviera listo para subirse a un escenario en lugar de dar un discurso político.
Los asesores de alcaldía, el ex presidente regional Mauricio Rodríguez; el gerente municipal, Ricardo Alvarez Gonzales, y otros funcionarios de confianza se miraban entre sí, incrédulos, mientras él, con actitud desafiante y una sonrisa en el rostro, comenzaba a hablar sobre la inseguridad ciudadana con la pasión de un verdadero rockero.
De esta manera, el alcalde de Puno, Javier Ponce Roque, de 47 años, está intentando parecer más joven de lo que es, dejando atrás su tradicional terno por un conjunto estilo rockero, propio de un veinteañero.
¿Qué imagen quiere proyectar con su aspecto de ropa informal?
Javier Ponce probablemente busca empatizar con la población más joven para ganar su respaldo en la gestión edil.
¿Qué dice la psicología inversa del chibolo Javier Ponce?
«Probablemente busca la validación de personas o una pareja joven, por eso su ‘ropita de chibolo'».
Javier Ponce Roque usa colorete, pestañas delineadas y labios pintados.
Deseoso de mantener un aspecto saludable y juvenil que lo ayude en su carrera política, el alcalde de Puno está desafiando el tabú en torno al maquillaje masculino. Utiliza maquillaje para disimular y suavizar las arrugas de expresión de su rostro, y lápiz labial para mantener sus labios hidratados y bonitos.
Javier Ponce Roque, ¡revive la juventud en sus fotografías!
Cada día descubre en su celular los mejores filtros para rejuvenecer sus imágenes, borrando imperfecciones de su rostro y su traje.
¿Los problemas de imagen corporal están frenando su gestión?
Javier Ponce, alcalde de Puno más allá de preocuparse en su apariencia, es que cumpla con los compromisos y obligaciones que tiene con la población, como es la inseguridad y falta de obras de gran envergadura.
Si bien es comprensible que Javier Ponce Roque, alcalde de Puno, quiera proyectar una imagen fresca y juvenil, es crucial que no permita que su preocupación por la apariencia personal eclipse los desafíos reales que enfrenta su gestión.
Su trabajo debe centrarse en resolver los problemas de la población, como es el desorden en el comercio ambulatorio, caos en el transporte urbano, proliferación de discotecas y cantinas y paralización de la planta de tratamiento de aguas servidas, que son las verdaderas prioridades de los ciudadanos.
Mientras que la búsqueda de empatía con los más jóvenes o impresionar a una pareja joven, es válida, como un líder Javier Ponce debe recordar que lo que realmente construye la confianza y el respeto de la gente es la efectividad en su labor y el cumplimiento de los compromisos asumidos. Al final, es la acción y los resultados lo que determinará el éxito de su gobierno, no su imagen o estilo personal.
