Fuerza Popular es el partido de los grupos económicos más poderosos del país. De los legales y criminales. Los legales entregaron más de 17 millones de dólares en maletas. Odebtecht dió una fracción. El aporte narco no se investiga.
Fuerza Popular es el partido de las derechas. De todas sus variantes y matices sin excepción. La mayoría, incluído el Humala de la Confiep, gobernaron al Perú en los últimos 40 años. Y siguen, en alianza con APP y AP, teniendo poder en el Congreso.
Fuerza Popular tiene el apoyo descarado y monocorde no solo de los medios concentrados (El Comercio y satélites) sino también de los demás medios. El apoyo es casi total. Bordea el 95% de prensa escrita y Tv.
Fuerza Popular a gastado millones de dólares en propaganda y en la entrega de dádivas (alimentos), combustible y dinero (a los mototaxistas) para «comprar» el voto de los pobres. En el 2016, el taper naranja fue su emblema.
Fuerza Popular con el apoyo de los exGein, la Dincote y sus medios adictos, ha sido una maquinaria de «terruqueo» nunca antes visto sin que exista, hace casi 30 años, terrorismo real. Los del Vraem son narcos. No les funcionó.
Fuerza Popular y sus aliados inventaron el cuco del «comunismo» para, junto al terruqueo, generar miedo en la ciudadanía hacia Pedro Castillo, sabiendo que no es comunista. Utilizaron ese invento de una manera perversa en la psique colectiva.
Fuerza Popular «chavinisó», una variante de su «comunismo», a Pedro Castillo haciendole creer a la gente que de ganar las elecciones le va a quitar sus casas y empresas. La mezcla de ambas cosas lo utilizaron como un instrumento de manipulación psicológica.
Fuerza Popular fue el partido que, junto al Apra, tuvo el control absoluto del anterior Congreso (2016-19) que obstruyó y «decapitó» a PPK, se bajó a dos gabinetes y líquidó al hermano de Keiko, Kenji. Y, en noviembre de 2020, destituyó a Vizcarra.
Fuerza Popular dirigido por Keiko Fujimori está, junto a 34 de sus miembros, acusada como cabecilla de una organización criminal, por lavado de activos y obstrucción a la justicia. Le espera un pedido de 30 años de cárcel.
Y finalmente la jefa de Fuerza Popular, la versión actual del fujimorismo albertista que perpetró el más escandaloso fraude electoral el 2000, ha denunciado que Perú Libre le quiere hacer fraude.
Si, tal como leen: un partido y su candidato, Pedro Castillo, un sencillo profesor de primaria, rondero y dirigente magisterial procedente de la sierra de Cajamarca, sin el apoyo de ningún poder factico más que el apoyo de la mayoría de peruanos, le quiere hacer fraude.
A quién? Al «pobre» partido de los dueños del Perú. Al partido de los poderes facticos. Al partido de los grandes medios de comunicación. Eso es lo que denunció la lideresa de
Fuerza Popular, la noche del lunes 7 de junio.
Es creíble la denuncia de la candidata que quiere ser presidenta para evadir la justicia? El show que hizo con esa denuncia denota el miedo a su tercera derrota. Derrota que, según los reportes de la Onpe, parece posible.
Y, como en el 2016, no está dispuesta aceptarlo. Sus poderosos aliados tampoco están dispuestos aceptarlo. Las «evidencias» del fraude son risibles. Tienen la consistencia de su amor por la democracia.
Su denuncia es, en realidad, una declaración de guerra a la democracia y gobernabilidad que dicen de defender. Están pateando el tablero. No van aceptar los resultados. Estamos advertidos.
Por: Jaime Antezana Rivera.