Por Jaime Antezana Rivera
El 11° Juzgado Constitucional de Lima declaró inadmisible Habeas Data interpuesto contra la Onpe por Fuerza Popular. Es decir, que el Poder Judicial le negó la entrega de la lista de electores por mesa de sufragio a la organización de Keiko Fujimori.
Esa decisión judicial deja a Fuerza Popular sin su principal arma de dilación de la proclamación del ganador de las elecciones por el JNE. Aunque este ente electoral lo había omitido para declarar infundadas las 10 apelaciones de pedidos de nulidad antes de la declinación de Luis Arce.
A ello se suma el práctico rechazo de la OEA al pedido de los partidos afines a Fuerza Popular de una auditoría internacional al proceso electoral, como ocurrió en Bolivia en 2019. Pedido que se basaba en un inexistente fraude. En un «fraude» inventado por ellos.
La respuesta la dió el Presidente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, Sir Ronald Sanders: «La OEA observó las elecciones y las declaró libres, justas y creíbles». Sin aludir a ese pedido, les tiró un portazo.
Es más, para que los fujimoristas y compañía no sigan dilatando con su falso «fraude», señaló que la «elección mayoritaria» del candidato presidencial, Pedro Castillo, debe mantenerse.
Un durísimo revés en medio de la difusión de los Vladyaudios por Popy Olivera
La inadmisibilidad del Habeas Data y el rechazo a una auditoría externa de las elecciones no solo deja a los fujimoristas sin un arma para dilatar más la proclamación del nuevo presidente por el JNE, sino que los deja aislados y en ridículo a nivel internacional.
En la misma línea, se expresó la Unión Europea (UE) y Estados miembros en nuestro país. Ellos afirmaron que el proceso electoral de segunda vuelta, realizado el 6 de junio pasado, «fue libre y democrático». Otro duro golpe a los golpistas «democráticos».
Así, el montaje psico-legal del «fraude» de la fujimafia quedó en trizas. La declinación de Luis Arce al JNE y los Vladyaudios, una nueva faceta de Montesinos, en los que se habla comprar con «gasolina» (3 millones de dólares) a igual número de magistrados del JNE, desnudó su plan golpista.
A estas alturas, ya casi no queda nada de pie de su estrategia de «fraude» y del golpe que iban a perpetrar. Los únicos que no parecen darse cuenta de ese dato macizo de la realidad es Keiko Fujimori y sus aliados más extremistas. A ese plan lo llamaron defensa de la democracia y la libertad.
Jaime Antezana Rivera